El silencio: nuestro mejor aliado

Vivimos en un momento desconcertante. Muchos están preocupados, otros llenos de ansiedad, y están también los que prefieren alejarse de las noticias para evadir el estrés. Sin embargo, creo que todos hemos encontrado aunque sea unos minutos de reflexión. Cuando el panorama se torna de cabeza, nos vemos obligados a evaluar la situación y establecer qué efectos tiene en nuestra vida. Un virus sacude el mundo, la economía tiembla y la gente se refugia en sus casas.

En el silencio, o en los pocos espacios de calma, se asoman tesoros valiosos. La introspección es uno de mis favoritos; preguntarnos los porqués y paraqués de nuestra existencia. El proceso para encontrar respuestas es complejo, un remolino de emociones. Pero al final, la tranquilidad que llega cuando avanzamos en este ejercicio hace que todo valga la pena. Lo que considero más importante es entender que todo está conectado, y que cada uno de nosotros tiene un papel en esta locura. Por ello, en los tiempos de crisis, creo que debemos cuestionarnos qué estamos haciendo; si colaboramos en lo colectivo o si solo nos interesa avanzar en lo individual.

Cada decisión importa. Cada paso que demos tiene un impacto real. Por más insignificantes que nos parezcan nuestras acciones, cuentan. No me canso de decirlo, el cambio comienza en ti, siempre. El camino es largo, pero para empezar se requiere de un ingrediente principal: la voluntad. En el instante en el que escogemos tomar conciencia, podremos empezar a construir un mejor futuro para nosotros mismos y para los demás.

Estamos en medio de la tormenta, pero muy pronto volveremos a la rutina, a las reuniones, a los cafés, a las playas y a los parques. Solo nos queda aprovechar esta pausa. Antes de que las cosas regresen a la «normalidad», intentemos utilizar estos silencios para replantearnos la trayectoria, para corregir la dirección. Ojalá que nos ayude a que cada día seamos un poquito más empáticos, más responsables, más comprometidos. Ojalá que nuestro encierro temporal nos impulse a esforzarnos y a enfocarnos en lo esencial, en el ser.

Monse Fábregas

Deja un comentario